Sentido común, sensatez y Cultura

Por Luis Guillermo Echeverri Vélez
Rejoneador de Toros, Abogado y Economista Agrícola.




Dice Adolfo Cambiaso, un astro de los deportes ecuestres: “El Sentido común se aprende con estar muchas horas en la caballeriza”.

Lo que voy a escribir aquí, estoy seguro que no le va a gustar a muchas personas. Aprendí hace muchos años que la vida es efímera, por lo tanto, es mejor vivir diciendo las verdades de frente. Y que lo que hagamos con nuestra vida es cuenta propia, pero siempre y cuando ello no represente arriesgar la vida de los demás.

Son los caballos - como el hombre - seres sociales, tienen sus propias normas, pero a diferencia de los humanos cada uno cumple con su papel entre la manada sin que medien entre ellos las envidias, resentimientos, maldades o sentimientos de odio o venganza. Y su naturaleza siempre es la misma cuando viven en libertad.

Foto Programa Mister Ed de CBS

Al domesticarlos, si la doma o educación se hace con la mezcla correcta de disciplina, límites, método, amor, paciencia; ellos tan solo reemplazan al hombre temporalmente por la yegua que da las ordenes en la manada, y su conducta es noble, predecible, mansa, confiable y tranquila. Excepción hecha de Mr. Ed en la televisión, los Caballos tienen la virtud de no hablar con palabras lo cual hace que con ellos solo puedan trabajar exitosamente personas sensibles de mente abierta que tengan la humildad, el sentido común y la sensatez de entender y comprender su cultura como especie animal, y su inmensa sensibilidad en todos los cinco sentidos.


Con el amoroso saludo de los relinchos agradeciendo la llegada de un nuevo día, y con él, las alegrías de la ansiada ración de la mañana, pienso, ¿cómo al vivir mejor en sociedad entre los humanos? Y sin duda la comparación me lleva a la realidad de que dependemos de la responsabilidad, la sensatez y sentido común de quienes la orientan, y al final del día de la cultura promedio de todo los demás.

Los colombianos de a pie, la gente del común, han demostrado cultura, respeto y disciplina, sensatez, siguiendo la antorcha que lleva en la mano el señor presidente de la República.

La forma en que los ciudadanos han valorado al gobernante corresponde a que por dura que sea la verdad, el pueblo sabe que no están engañando y que por el contrario siente respaldo. El pueblo ha demostrado que valora la sinceridad de Duque que contrasta con la mentira y el engaño al que nos han tenido acostumbrados algunos inescrupulosos e irresponsables dirigentes políticos locales y nacionales, que obran acompañados de quienes, en los medios, le han alquilado su conciencia a cambio de figurar.

No más engaños populistas ni politiqueros por amor a Dios. No más mentiras a manos de quienes han vendido una y otra vez los principios propios y ajenos, con esa estrechez de criterio propia del individualismo que baila ente el Saboteo y oposición, renuentes a adoptar la cultura de la Legalidad, a ejercerla en sus vidas y a cumplir con sus obligaciones de respeto a los derechos de los demás.

Los colombianos de bien hemos demostrado cultura, respeto, disciplina. Los sinvergüenzas de siempre lo contrario. Veo mal la justicia convencional y la ficticia que se inventaron en Cuba. Veo mal el parlamento, a los órganos de control, a muchos gobernantes locales y muy mal a los medios de comunicación. Ninguno de estos ha abierto un solo espacio para ayudar a las comunidades que tanto lo necesitan en medio de esta pandemia y de la depresión global que a todos puede llevarnos a la ruina.


Un Olé fuerte a una primera dama y a un presidente Joven que han demostrado a saciar su voluntad de servirle a los colombianos con la clase y la nobleza que les otorga su sensatez, sentido común y Cultura.


LGEV / 6/14/2020