Alegoría a un Compañero de Oficio – Don Pablo Hermoso de Mendoza Cantón.
Febrero 10 del 2011
Hacienda Caballo Bayo
Municipio de Madrid – Cundinamarca, Colombia.
Marca una diferencia en la historia, un Caballero Rejoneador.
He tenido el gusto de conocer, compartir y apreciar muy de cerca el arte y conocimientos del Caballero Rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza Cantón.
Es un gusto para todo aficionado a cualquier destreza, sea ella arte, deporte u otra profesión liberal, observar cuando un interprete llega a la cúspide profesional y se destaca históricamente con un sello propio, llegando a la mayor perfección posible y rayando con la ilusión de esa interpretación o desempeño ideal con que todos soñamos al dejar volar la imaginación.
No son comunes los Da Vinci, Goyas, Grecos, Velazquez, Monets, Degas, Cervantes, Shakespeares, Picasos, Mosarts, Pelés, Jordans, Nureyevs, Pavarottis, Cambiasos, Belmontes, Manoletes, Cordobeces, Mouras, Secretariats por mensionar un caballo, y otros, muy pocos que dominan, transforman, acreditan y marcan un arte o un deporte a partir de abstraer lo mejor de quienes los anteceden, innovar y mandar en el medio y en las multitudes, acumulando éxitos y marcas de forma consistente y con un sello de calidad que tan solo deja espacio para imitaciones durante la época que transforman en la historia de su disciplina y en los registros de nuestra civilización.
Es satisfacción en lo más profundo del acerbo, para un aficionado versado en alguna disciplina artística o deportiva poder percibir y entender un arte interpretado a la luz de la perfección. Más aún para alguien que también con esfuerzo ha llegado a ocupar un lugar por modesto que fuese en la historia de ese arte, representa un gozo poder apreciar en profundidad, el resultado de la combinación de condiciones innatas con una interpretación casi perfecta de las formas de dicho arte y con la evolución del trabajo y el sacrificio de uno de estos seres especiales que solo resultan de cuando en cuando. Artistas que con su talento llegan a confirmar en el paso del tiempo la razón por la cual; el sentimiento, la destreza, la fuerza, la plasticidad y la pureza de los conceptos llevada a la práctica, convierten en arte una actividad o disciplina, sea ella deportiva o uno de los artes históricamente tradicionales en sus formas puras o en sus derivaciones contemporáneas, cual es el caso del toreo ecuestre.
Pablo Hermoso de Mendoza, adicionándole a sus conocimientos ecuestres y de caballos ha desarrollado y posee un extraordinario sentido para entender los toros, un firme sitio y un fino sentimiento en la cara del enemigo. Hay en su Rejoneo oficio a caballo pensando con valor que proviene de una cabeza fría y un carácter seguro y templado entre la plaza de toros, la justa medida de tablas y simpatía, y sobre todo, una equitación exquisita, dulce, armoniosa, efectiva y certera sobre la cual ha edificado el valor de su arte y le da hoy un nuevo aire, otra perspectiva y un futuro infinito como arte ecuestre a la disciplina milenaria del rejoneo.
Hoy en gran parte gracias a este gran Caballero Rejoneador, nuestro arte ha cambiado y deja de ser algo desconocido en otras latitudes mientras se transforma en algo mucho más valorado en su propio entorno natural. Gracias en gran parte al esfuerzo y el poderío de este maestro como artista y aficionado, se empieza a cuajar el sueño de aquellos artistas que en los 70 y principios de los 80 luchamos por darle una mayor entidad como espectáculo y por que se le diera dentro de esa misma tauromaquia a la cual siglos atrás le diera origen, el lugar que realmente le correspondía.
Si bien he seguido de cerca la evolución de este artista y le he visto múltiples actuaciones en vivo en la península y por medio de la red, puedo decir que para mi fue un gusto muy satisfactorio haberlo podido conocer personalmente y haber podido entablar una preciada amistad en días pasados, cuando la afición y los conocimientos que nos unen, me llevaron a revivir de manera muy sentida todo lo vivido en otras épocas como Rejoneador de toros.Casi 30 años después de haberme presentado en Madrid hago un comparativo y veo que en promedio han cambiando mucho los caballos en que se torea, ha evolucionado positivamente la doma, ha cambiado también mucho y positivamente el tipo de toro que hoy se torea a caballo, ha cambiado el espectáculo, el reglamento, y todo ha sido una evolución buena y positiva. Se torea más cerca, es en promedio un espectáculo más completo en el que está llegando a cuajarse todo aquello que en los 70 y los 80 quisimos conseguir los que entonces protagonizamos el toreo a la jineta. Hoy hay un publico más educado, más exigente, pero a la vez más convencido del valor infinito de este bello arte milenario y es precisamente la presencia de una figura líder, como la de Pablo Hermoso de Mendoza lo que hace todo esto posible.
Mi único consejo pues vengo de otras épocas, a quienes están hoy en las posiciones de vanguardia del rejoneo y a quienes quieren imitar el recorrido de este gran rejoneador y de los que lo antecedieron y acompañan; es que respeten y valoren mucho la profesión y al hacerlo entiendan que esté es un trabajo de campo sacrificado y no una fiesta de luces en los días de ferias; que se es figura frente al toro y por gracia del toro y el trabajo con los caballos y no por la falsa alabanza de taurinos y admiradores; que traten de no dejarse tocar tanto los caballos; que se cuiden de exagerar al querer hacer cosas inverosímiles a todos los toros pues cada uno es distinto y debe tener su propia lidia y en la medida adecuada; que hagan un esfuerzo por conservar las formas puras del arte del rejoneo, domando y manteniendo sus propios caballos, yendo siempre de frente y solo de frente, preparando las suertes, dejándose ver del enemigo y nunca entrándole por sorpresa, valorando más el toreo con el caballo de salida que es el rejoneo verdadero, y sin exagerar en la equitación de circo y en la indebida utilización de los capotes de los subalternos.
Con cariño y admiración se quedan para siempre entre mis mejores memorias acompañando a este gran caballero rejoneador, dos momentos distintos en la plaza de toros de Santa María y una inolvidable y especial tarde viendo yeguas y potros y hablando de caballos y toros en nuestra casa Caballo Bayo.
Luis Guillermo Echeverri Vélez
Caballero Rejoneador de Toros
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