CULTURA Y CONOCIMIENTO O VIOLENCIA Y BARBARIE
Columnista invitado
DOS OPCIONES:
CULTURA Y CONOCIMIENTO O VIOLENCIA Y BARBARIE
El momento es contradictorio, más aún para las nuevas generaciones producto de un mundo cambiante, moderno y globalizado.
Por: Luis Guillermo Echeverri Vélez
Le apuesto a la ciencia, a la tecnología, a la transformación responsable, a la política de “producir conservando y conservar produciendo”, y no le juego un minuto de mi vida a servir los intereses de quienes quieren oponerse al progreso por el solo hecho de ganar popularidad como fruto de un discurso populista que le apunta al voto de los jóvenes y los incultos.
Violencia
La cultura es un estado que demanda la disciplina de aprender a pensar en función de conocimientos y una ética de principios, objetivos y estrategias que pertenezcan a un ámbito sano y positivo para la sociedad, para las familias y los individuos. La violencia atada a fenómenos populistas con sus dialécticas y retóricas de protesta, indefectiblemente degenera en barbarie y en destrucción.
Momento
Colombia no puede dejar de aprovechar el momento que vivimos como civilización. Construir lleva décadas. Destruir es cuestión de un momento de equivocación eufórica, que a nada positivo conlleva. Ni la cultura de la droga que destruye cerebros jóvenes, ni la protesta social que aliena su libertad de disenso, ni la ideología plasmada en la propaganda política y en movimientos disfrazados, son los elementos que deben guiarnos por el camino de la autodestrucción.
Destrucción
Quienes no aceptan la historia como realmente ocurrió mediante la evaluación ecuánime de lo bueno y lo malo que nos dejó, se niegan a sí mismo el progreso mediante la destrucción del aprendizaje colectivo, y se ponen al servicio de intereses políticos individuales disfrazados de promesas de renovación. No se puede aprender de los errores de nuestros antepasados si nuestra cultura está afectada por el repudio y el odio por ellos.
Polarización
La política importa y debemos elegir nuestros líderes en función de su nivel cultural y de su preparación y experiencia en el mundo productivo más que en el ámbito netamente político donde solo parecen prevalecer la polarización y la movilización de las masas contra la institucionalidad que tanto nos ha costado construir en 200 años de evolución democrática.
Prepararse
No es con resentimiento social. Es preparándose para conducir mejor el futuro, que los jóvenes deben manifestarse y ganarse las posiciones que otras generaciones no hemos sabido desempeñar. Es con la fuerza de su capacidad intelectual, no saliendo a la calle a ejercer el vandalismo que tanto afecta por igual a la sociedad y a sus propias familias. La destrucción de valor solo conlleva a la disminución de las probabilidades de progreso de su propia generación.
Cambios inteligentes
El cambio es la constante del mundo que vivimos. Pero ese cambio no puede desligarse del soporte institucional que caracteriza las democracias. Si queremos progreso y no caos, tenemos que esforzarnos en tener un nivel cultural que nos permita hacer cambios inteligentes y constructivos y evitar acciones destructivas que pueden resultar irremediables.
Pensar antes
Hoy el manejo de masas a través de medios digitales tiende a movilizar las personas llevándolas primero a actuar, sentir y después pensar. En lugar de pensar, sentir y luego actuar con coherencia y un propósito loable.
Servicios dinámicos
De manera vertiginosa pasamos como civilización, en menos décadas de las que se cuentan en los dedos de la mano, y gracias a la conectividad energética y al conocimiento que desarrollamos sobre ella, de una industrialización mecánica de empresas caracterizadas por bienes e inventarios, a una economía que se globalizó, bajo el concepto de empresas que operan con una caracterización de servicios dinámicos.
Conocimiento
Hace ya más de 30 años que los cambios son absolutos cada 18 meses que es el tiempo que se gasta el mercado para adoptar una tecnología y prepararse para su nueva versión. Todo gracias al paso de la conexión análoga a la economía digital en la cual, el procesador, la base de datos relacional, la Red como ecosistema global y la computación individualizada nos llevó a ser una sociedad del conocimiento convergente que hoy transita entre la economía digital y la del comportamiento (Behavioral Economics) y estamos entrando a una economía convergente.
Éxito y fracaso
Hoy todo cambia a una velocidad donde la anticipación es el vector diferencial entre el éxito y el fracaso, entre la supervivencia o la desaparición, entre el crecimiento y el decrecimiento, entre el progreso o el rezago, entre una cultura o un analfabetismo digital que termina por ser el mayor factor de inequidad en medio de la universalización del conocimiento.
Fuente energética
Colombia es una fuente de poder energético para la humanidad, de biodiversidad y de vida. Aprendamos a utilizar estratégicamente y con la tecnología más avanzada la riqueza de nuestros recursos naturales presentes en el subsuelo nacional, para poder así mejorar las condiciones de vida de la pobreza que habita nuestro suelo.
Efectos nefastos
La tecnología de producción ambientalmente responsable existe, debemos demandar que se utilice. Ignorar o negar los efectos nefastos de la producción ilegal de cocaína y la minería y extracción ilegal, no generan progreso ni regalías para las comunidades.
Responsables
Las cosas se pueden hacer bien en la medida que nuestros jóvenes se preparen a conciencia y responsablemente para el futuro. No es el vicio, el vandalismo, ni la protesta social al servicio del populismo político, el ámbito adecuado para formar una sociedad diferente y caracterizada por individuos cultos y responsables.
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