¿Adónde quedó la Ética en este país?
Foto tomada de: https://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/resultados-plebiscito-2016-42861 |
Por: Luis Guillermo Echeverri Vélez
Sin duda elegimos al hombre que mejor le
calza a la legalidad y al emprendimiento, en función de mayor equidad. Pero nos
dejaron el carro varado y entre todos tenemos que ocuparnos de repararlo y
echarlo a andar.
Ahora. No mañana ni pasado, es el momento
en que cada colombiano tiene que aportar sus propios esfuerzos y cumplir con el
deber patrio y democrático que le obliga al recibir derechos, para que podamos
restaurar el pacto social en un ámbito de legalidad, seguridad y justicia como
formas conseguir una mejor convivencia y una estabilización en el camino del
progreso y el desarrollo social.
Hay que dejar atrás el tema de los
acuerdos y entender que ya debemos todos ser ciudadanos de igual derecho y
condición frente a la ley y a los demás. No más gabelas a los delincuentes, el
que la hizo que la pague y listo.
No podemos seguir en la misma retórica
narrativa perversa de Los Santos que no son santos; ni volcándole incienso a
los acuerdos con criminales que hoy están de nuevo de huida de la justicia y
rearmándose para continuar violando derechos humanos y valiéndose del
terrorismo para seguir medrando del narcotráfico y envenenando nuestra juventud
con el micro tráfico.
Mientras las personas de bien
sobrevivimos entre un ciclón de inseguridad, narcotráfico y micro tráfico sin
precedente, parlan y hablan, especulan y babosean, locutores, reporteros y
filósofos Mamertos, dirigentes gremiales, ex presidentes, ex ministros y ex
pendejos, especulando sobre la guerra y la Paz, el pos conflicto, el conflicto
de 50 años que nunca sufrieron en cuerpo propio como si lo ha sufrido el
campesinado, y repiten y repiten la JEP; la JEP y la verdad ni siquiera saben
de lo que hablan.
Sí. No saben de lo que hablan. Comentan
de todo sobre la Justicia Especial para La Paz como si fuera el último
descubrimiento de la ciencia para la salud humana, repiten JEP como loros
mojados, especulan sobre las bondades de la JEP haciéndole coro y eco en tinta,
tele y radio a la cremosa y adornada burocracia internacional que maneja la
misión de la ONU; y entre tanto la realidad de la pisoteada ética colombiana es
acechada por los lobos que viven de mantener la injusticia, mientras merodean
los gallinazos corruptos, las hienas mamertas y los cuervos sociales,
pendientes de cuando se descuida la vaca parida para atacar a picotazo y
mordida, al indefenso ternero recién nacido.
La JEP después de que ganara el NO,
legalmente perdió todo hacedero ético, moral y jurídico.
Señores, la justicia universalmente sólo
puede ser una: La justa. No puede haber dos justicias paralelas y menos una
cuestionada y la otra, también.
El pueblo dijo NO desde Octubre 2 de
2016, dijo no querer un pacto con el mal, ni un mecanismo inquisidor; pero los
falsos apóstoles de La Paz y su corte perversa siguen desplazando la vendida
justicia ordinaria, buscando hacer sacrificios públicos de instituciones,
gremios industriosos, civiles y militares, para generar escarmiento social y
una falsa y acomoda versión de la cruda verdad histórica.
Ahora son los Mamertos burgueses que
llevan la vida entera en la burbuja de la universidad pública y sus áulicos en
los radio-juzgados de la mañana los que van a redefinir lo que paso aquí desde
que la guerrilla se encontró con las mieles del narcotráfico?
Solo aquí en el país del sagrado corazón,
la justicia se vende tan bajo y se convierte entonces todo en un caos en el
cual, personajes oscuros dedicados a la difamación propia del amarillismo
mediático y la apología del delito compiten por la fama de verdaderos patriotas
y héroes nacionales como el ex presidente Álvaro Uribe Vélez.
En un país lógico, en una verdadera
democracia no anárquica, ya no podría existir una justicia paralela disfrazada
de mecanismo transicional para seguir envenenando mentes ingenuas con
ideologías llamadas a recoger.
Por lo demás las Justicias transicionales
son un mecanismo (ej. los jueces sin rostro) para defender al administrador de
justicia (jueces y cortes) del poder macabro del crimen organizado y no para
defender a los criminales del peso de la justicia y llevar a la hoguera pública
la honorabilidad hecha hilachas de chivos expiatorios para poder los Mamertos y
corruptos que le tienden la cama a un totalitarismo como el de Venezuela,
generarle escarmiento al sistema de libertades.
Cuando gano el NO, gano la legalidad y
gano el deber ser, las libertades, el pacto social y la estructura moral de la
sociedad; pero nos dejaron montados a pelo en un muleto cerrero y sin freno, en
un mecanismo de inquisición moderna al mejor estilo siglo XXI del proyecto
Bolivariano y de una izquierda española y europea que no se porque diablos tiene
que venir fuera de sus fronteras a experimentar socialmente con la ilegalidad,
a hacer ensayos de falsa ética con nuestra sociedad como si fuéramos los
ratones de su laboratorio ideológico.
A Colombia la vendieron con todo y su
Constitución política, en una prendería de quinta categoría de La Habana y
luego se jugaron a dados el presupuesto nacional entre los hermanos Santos y
Castro, Chávez, Maduro y las FARC-EP- ELN y sus monaguillos Roy, Benedetti,
Jaramillo, De la Calle, Naranjo, Mora, Leyva y el gordo Villegas vendedor de
libertades ajenas, el tonto Pearl, Lizcano, Serpa, Robledo y demás figurines
del combo ese.
Démonos cuenta del gran engaño, de que ya
en el mundo y la era del conocimiento donde los jóvenes codifican genéticamente
no va más Su dialéctica de Guerra vs Paz; de Conflicto Armado vs Delincuencia
organizada, aplazada en armas contra el estado de derecho y la democracia; de
Estatus de beligerancia vs actividades criminales y violaciones de derechos
humanos contra ciudadanos inocentes e indefensos; de Derecho de Rebelión vs
atentados terroristas contra el estado democrático la sociedad y las personas,
y de conexidad delictiva tras una falsa máscara ideológica vs crímenes de
sangre de lesa humanidad, que nunca deben prescribir, ni perdonarse sin una
pena de entidad superior.
Aquí el tema no es de derechas ni de
izquierda. Aquí el tema es de asumir una narrativa y una actitud progresista,
de dejar de mamar y silbar al mismo tiempo, porque nos vamos a atragantar de
falsa paz y no vamos a resolver nada, porque eso es lo que conviene.
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