Corresponsabilidad contra el narcotráfico
Foto tomada de: https://caracol.com.co/radio/2018/09/19/nacional/1537310242_140091.html |
Por: Luis Guillermo Echeverri Vélez
La reforestación en el trópico se da de
dos formas: La hace el hombre con su cultura de plantar árboles y multiplicar
viveros; o se deja que la naturaleza (por fortuna en el trópico con más
velocidad) haga su trabajo y en tan solo 16 meses recupere el bosque tropical
húmedo y en un plazo un poco mayor, el seco nativo. Anotando que el bosque en crecimiento oxigena
mucho más que el bosque maduro.
Hay que temer al daño erosivo de la
deforestación ilegal y desorganizada para sembrar coca, amapola y mariguana,
que se da sin reforestación compensatoria. Y hay que temerle más aún, -si nos
importa la sostenibilidad ambiental- al daño del derrame de petróleo en la
tierra y en las aguas, producto de voladuras a oleoductos y al desagüe de
precursores químicos en quebradas, ríos y aljibes, provenientes de las cocinas
encaletadas en el Monte.
La fumigación de 200.000 hectáreas en
zonas aisladas, permite la recuperación del bosque o selva tropical húmeda,
mucho más cuando se reforesta con planificación y tiene un efecto es mucho
menos grave para nuestra sociedad, para los seres humanos y el medio ambiente,
que el efecto perverso de esas 200 mil o más hectáreas de coca al ritmo de
crecimiento de la ilegalidad, la corrupción y el delito, que además contagia a
otras sociedades, cómplices de la exportación de la sustancia que mata.
El presidente Iván Duque dijo, por
primera vez en la historia de la Asamblea General de la ONU, que llegó el
momento de la corresponsabilidad universal para detener la multiplicación de
los cultivos ilegales de modo que en cuatro años más, no seamos efectivamente
un narco estado. Pero recibiendo la cooperación efectiva de las naciones
productoras de químicos, para ejercer el control de los precursores, sin los
cuales no podría producirse la cocaína.
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